Definitivamente, hay muchas razones por las que le tenemos que agradecer a nuestro papá. Sin su ayuda, no sabríamos varias cosas que hoy nos han facilitado la vida y ayudado a crecer. Aquí enlistamos las 8 cosas que aprendimos de papá:
1. Defensa personal
Nadie mejor
que papá para enseñarte buenos golpes y trucos de autodefensa. Podrá no ser un
karateca o boxeador profesional, pero, sin duda, sus técnicas son efectivas.
2. Andar en bici
¿Cómo
olvidar cuando te detenía el asiento, aun cuando tenías rueditas entrenadoras?
¡Y cuándo te ayudó a levantarte después de esas primeras caídas!
Definitivamente te dió toda la confianza que necesitabas para lograrlo.
3. A ser más deportista
Si eres fan
del futbol soccer, béisbol y del futbol americano o al menos les entiendes un
poco, ¡se debe a que tuviste al mejor maestro! Probablemente fue tu entrenador
y fan cuando jugabas, o te supo explicar a la perfección ese deporte al que ni
le entendías. Una cosa más que aprendimos de papá.
4. Tu gusto musical
Seguro tu
padre te mareaba con las mismas canciones que repetía y repetía y al final te
terminaron gustando y hasta te hiciste fan de esos artistas.
…Y ahora
cada que los escuchas, los recuerdas con una bella sonrisa.
5. Ser más práctico
Hay veces en
que se nos complica todo y no sabemos como resolverlo, y aquí es donde llega el
ingenio de papá que ha sido una gran guía para aprender a ser un poco más
práctico y encontrarles a los problemas una solución rápida y sencilla.
6.
A ser responsable
Aunque no nos encanten
sus exigencias, regaños y llamadas de atención, hay que reconocer que otra de
las cosas que aprendimos de papá es que través de él entendimos por qué es
importante cumplir con los deberes.
7.
Ser valiente
Confió en ti, te hizo
ganar seguridad en ti misma, a enfrentar tus miedos y a no rendirte hasta
conseguir lo que quieres. Además, te enseñó que si algo no sale como esperaba,
tarde o temprano se arreglará y, por supuesto, él siempre estará contigo para
apoyarte.
8.
Cuidarnos
Te recomendaron estar
alerta cuando caminabas por la calle durante la noche, ser prevenido a la hora
de conversar con extraños y hasta estar al pendiente de tus hermanos, amigos o
primos.
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